Y es la hora de la ducha, eso significa pasar media hora delante del espejo, en ropa interior, sacando defectos de todas partes, cogiendo ''grasa'' de donde no la hay, metiendo abdomen, imaginándote que te gustaría tener una barriga plana. Y comienzan a caer las lagrimas por la cara al ver ese espanto de cuerpo en el espejo, lo que sobra en todas partes, la imagen distorsionada, las ganas de querer ser una princesa.

Y aparece.

La mañana fría, triste, monótona, misma calle, misma hora, mismo recorrido. Y mismo punto de llegada.
Paso tras paso, llegamos.
 El tiempo pasa lento, como si a las agujas del reloj les costasen moverse, pero se acaba.
 Y vuelta por las mismas calles, con la misma gente, a la misma hora hasta el punto en el que por la mañana me encontraba.
Tarde fría, silenciosa, triste... Y aparece, y le veo, veo su sonrisa, sus ojos, su boca, le veo a él, de repente la tarde triste se alegra, la tarde fría se hace cálida con sus abrazos, la tarde silenciosa habla a través de su risa. Me abrazo a él con la excusa de que tengo frío, no es frío, es ganas de sentirle, sentir su olor y apoyar la cabeza contra su pecho y oír su corazón. Él lo sabe, él sabe que no tengo frío, o bueno si, pero no tanto como para no poder despegarme de él, sabe que lo hago para poder estar cerca suyo y él no se opone, es más, me abraza mas fuerte contra él. Y el tiempo se escapa entre nuestros brazos, y el viento sigue azotando, y el frío sigue estando presente. Es la hora, la hora de despegarse de sus brazos, de dejar de poder mirar su boca, sentir su corazón en el pecho y oír su sonrisa.
Ya está, se ha ido, hasta mañana, me acuesto en la cama y me duermo.

Me despierto, y la mañana es fría.

Que me haga feliz.

Que sus amigos se cansen de mi nombre, que su puta sonrisa sea mía y solo mía, que me coja de la mano, de la cintura, me de besos por el cuello, en la frente, en la mejilla, en la boca, ¡ QUE ME COMA A BESOS! Que sepa apreciarme, quererme, hacerme feliz, hacerme sonreír en el momento justo, que me haga sentirme en las nubes, en otro sitio, que el tiempo se pare cuando estoy con él, que me diga que me echa de menos cuando todavía no me he ido

Estoy harta...

Estoy harta de la frase '' yo si fuese tú no le hubiera perdonado'' si JÁ, estoy segura de que si de verdad fueseis yo también le perdonaríais, porque le habríais visto sonreír, habríais sonreído gracias a él, habríais visto lo tonto que se pone cuando algo no le sale bien, lo serio que se pone cuando se enfada, las perretas de niño pequeño cuando le llevas la contraria, o sus intentos de darte mimos cuando te picas.
Sabríais lo que es mirarle a los ojos y ver como su mirada baja lentamente a tus labios y decirle ''¿por qué me miras a la boca y no los ojos?'' y que él te responda con la misma pregunta,  sabríais que el color de los ojos le cambia según la época del año que sea,  que su color favorito es el verde, que tiene una mancha de nacimiento en una pierna y que tiene un lunar en la parte derecha del pecho. Sabríais si está triste, enfadado o rucado solo con mirar su cara y sabríais que va con su bici a todas partes, también que es un quejica y  un perfeccionista, que no le gusta comer fruta y que por lo menos la mitad de su cuerpo está contituída por monters, burns, rock stars y chocolate. Sabríais el sitio exacto en el que tiene cosquillas, que su debilidad es la oreja derecha y los besos por el cuello y que si le das besos muy rápido se pierde.
Que vale que hizo muchas cosas mal, demasiadas, pero hizo otras tantas bien, supo y sabe hacerme reir, sabe animarme cuando estoy mal y ayuda siempre en lo que puede.
Y sé que se arrepiente de lo que hizo mal, y con eso me basta.
Así que la gente que si fuese yo no le perdonaría, que me diga ahora si mi opción valió la pena o no.

"Me gustaría gritar a los cuatro vientos..."

Me gustaría gritar a los cuatro vientos que me encanta la forma que tiene de mirarme. Escribir mil y un libros sobre las pequeñas taquicardias que sufre mi corazón todas y cada una de las veces que le tengo cerca. Inventar palabras para expresar lo que noto cuando me hace una caricia, o me abraza. Volar tan alto como para captar la atención de todos y decir una y otra vez la alegría que me recorre por dentro al ver su sonrisa. Y que me mate aquí mismo quien me lleve la contraria, quien me diga que esa mirada no enamora, quien me diga que esa no es la sonrisa más perfecta o quien me diga que él no merece la pena, esa persona no sabe que una mirada bonita no se basa en unos ojos claros, una sonrisa perfecta en unos dientes totalmente colocados ni si merecer la pena se basa en a cuantas tías te lleves a la cama. Sólo se basa en ser uno mismo.

Destino.

Que no todo es lo que parece, que igual ese supuesto "destino" de verdad existe, que las cosas pasan por algo, que es verdad, igual de verdadero que decir que el tiempo pasa, los años pasan, los sentimientos pasan... Que el destino ha querido que os separeis, ya de encargará el de uniros.
Por otra parte igual el destino no existe, él sólo se fue porque encontró a otra mejor, que ya nadie se cree lo que te dijo de "ya no siento lo mismo" o "necesito un tiempo" todo el mundo sabe que ese necesito un tiempo es para siempre, que nunca nada vuelve a ser algo.
Igual el destino existe, o igual es algo que se inventaron como excusa para que al ddejarlo todo parezca más bonito.

"Mi mundo son sus ojos y mi tiempo su sonrisa"

A veces me da la impresión de que él siente algo por mi, que de verdad algún día llegué a gustarle, aunque fuese lo más mínimo, y que ese mínimo sigue ahí.
A veces nos pasa eso de quedarnos muy muy muy juntos mirándonos fijamente a los ojos y casi sin respirar, el tiempo se para, derrepente el mundo deja de existir, mi mundo son sus ojos y mi tiempo su sonrisa, y lo único que existe es la distancia entre él y yo.
Siempre pienso una y otra vez la opción de volver a intentarlo, de volver a pillarme por él, pero no es la
mejor opción.